Presentación de la Rectora:

La escuela y la familia son instituciones que deben cultivar las relaciones humanas cordiales, responsables y comprometidas; que co-ayuden a la construcción de un modelo institucional, participativo, inclusivo, democrático; abierto a la comunidad, y dentro del marco de la Res.1692/09, como así también la Resolución N° 93/09 CFE, el Instituto organizó encuentros de alumnos, docentes y personal de maestranza, como así también consultas a la familia para consensuar los Acuerdos Escolares de Convivencia. La institución no debe ser un ámbito donde únicamente se lleven a cabo procesos cognitivos, sino que también debe impartir y promover actitudes, valores, normas y deberes, que promuevan ciudadanos comprometidos con la sociedad. En esta comunidad todos sus miembros tienen un papel activo en la creación de las normas, la oportunidad de organizar una comunidad democrática, en donde cada uno se sienta responsable y partícipe en la toma de decisiones, a través del diálogo y el consentimiento. Por tal razón, la comunidad educativa, ha logrado consensuar con todos sus miembros, y redactar los Acuerdos Escolares de Convivencia (AEC), promoviendo un accionar institucional basado en el respeto a las normas nacionales, provinciales e internacionales, teniendo como principios inalienables, los derechos y las obligaciones de cada uno. Para ello la generación de espacios de diálogo (escucha), acción y reflexión propiciarán canales de confianza y respeto recíproco, aprendiendo así a vivir en “convivencia” sin olvidarnos de ser “Creyentes, laboriosos y solidarios en la vida que es don y tarea”.

En mi carácter de Rectora de la Institución, según el ámbito en el que desarrollen sus actividades, presento dichos Acuerdos, para su validez, sin perjuicio de las modificatorias que se suscriban dentro del marco de lo establecido por las normas provinciales y nacionales mencionadas.

El relato del proceso de consulta:

La comunidad educativa, se abocó a aceptar el desafío de consensuar con todos sus integrantes la confección de los Acuerdos Escolares de Convivencia. Este proceso llevó varias jornadas de análisis y reflexión sobre acuerdos preexistentes y nuevas normativas que conformarían el AEC, luego de un tiempo, tuvimos el primer borrador. A Los alumnos de cada curso se les hizo entrega de los primeros acuerdos logrados con los docentes, con el fin que analicen y realicen las observaciones pertinentes. Los alumnos examinaron estas pautas e hicieron llegar objeciones a las mismas. Los mismos sostenían que las penas o sanciones, deberían ser más severas, en lo cual se le explicó la nueva mirada en base a los valores y la convivencia, pues las famosas “amonestaciones”, que ellos mismos pedían, no resultaban efectivas a la hora de sancionar, que se debía pasar por un proceso y así dar la oportunidad al estudiante y al resto de la comunidad de reparar la falta cometida. La familia es parte de la identidad de la escuela, por lo tanto debe identificarse con los procedimientos y con las actitudes de la misma y asumir un compromiso con la institución, por lo cual fue consultada mediante encuestas.

El Asesor Espiritual, Apoderada Legal y el Equipo Directivo, sistematizan los aportes y redacta el presente acuerdo. El mismo será  dado a conocer a todos los miembros de esta comunidad educativa, previa aprobación de la Supervisión teniendo en cuenta dictamen del C.G.E.

Fundamentación:

Debido a los cambios que sufre a diario la sociedad, las familias y las relaciones en general, se hace necesario garantizar a partir de un acuerdo básico el respeto mutuo y compartir pautas claras que permitan el encuentro entre unos y otros de manera positiva y constructiva en función del bien común, comprometiéndose cada uno a cumplir el rol que le corresponde.

Este acuerdo de convivencia se entiendo como un conjunto de principios, normas, órganos y prácticas institucionales democráticos que regulan las relaciones entre los miembros de la comunidad y posibilitan el cumplimiento de los fines específicos del colegio.

Las sanciones serán aplicadas como instrumento formativo y tratando de alcanzar como objetivo institucional la toma de conciencia y el cambio de actitud de los distintos actores de la comunidad educativa, en función de que puedan realizarse como personas libres y responsables de sus actos, contribuyendo al bien común   manteniendo el ambiente necesario que facilite el mejor desarrollo de la vida dentro de la institución, para vivir en un clima de alegría confianza y respeto.

Fines del Instituto:

El Instituto Nuestra Señora de Guadalupe se propone la formación integral de la persona, en un ambiente iluminado por la fe y animado del espíritu de caridad y libertad, donde se viva la experiencia de la comunidad cristiana